Cada etapa es modificada y adaptada según los requerimientos específicos de cada cliente, a la vez que nuevas etapas pueden ser incluidas si es requerido, como por ejemplo la de «Control Externo», necesaria en aquellos clientes que exigen la administración de sus roperías.
Registro – Revisión y Selección
A su llegada a la planta, las prendas son pesadas y registradas en el software de control interno de Lavandería Simón, sistema que permite monitorear la trazabilidad del proceso. Luego, cumpliendo siempre con las pautas de prevención de riesgos, las prendas son inspeccionadas y clasificadas una a una.
Lavado
Una vez preparadas las cargas, las prendas son lavadas en máquinas automáticas de última tecnología y gran capacidad. Los programas de lavado consideran entre otros factores: Tipo y grado de suciedad, color de las prendas, confección, etc.
Lavandería Simón ha optado por equipos de alta velocidad de centrifugado, lo que disminuye los tiempos de extracción, permite un mejor secado y prolonga la vida útil de las prendas.
Secado
Las prendas son sometidas a un proceso de secado en secadoras rotativas con sensores de humedad que aseguran un secado uniforme y eficiente a la vez que se evitan problemas de resequedad y quemaduras.
Doblado
Las prendas que así lo requieren, son dobladas en plegadoras automáticas.
Planchado
Las prendas que así lo requieren, son planchadas en rodillos o calandras que operan a altas temperaturas, asegurando desinfección y un óptimo acabado.
Despacho
Los paquetes con prendas limpias son almacenados en la sala de ropa limpia y luego se despachan bajo distintos formatos: Granel en carros, Bolsas de polipropileno en carros, Bolsas de polipropileno sin carros, entre otros.
La flota de vehículos de Lavandería Simón es monitoreada por GPS con el objetivo de dar cumplimiento a las hojas de rutas y los tiempos establecidos, además de entregar información en tiempo real respecto del estado de un despacho.
Control de calidad
